Qué lío de facebook, por Dios.
Mira que yo siempre he dicho que
me gusta pertenecer a esa red. En primer lugar porque veo, a diario y a veces
en directo, qué va siendo de las vidas cotidianas de gente a la que tengo muy cerca
y como no, esto es hasta más llamativo, de otros a los que tengo lejos o de los
que el destino se había encargado de separarme por aquello de las
circunstancias y el devenir.
Pero últimamente esto se ha convertido
en un rollazo. Con la historia de los cambios que han querido darle los padres
del invento, ahora ya no sé si veo lo mismo que antes, si mis amigos siguen
conmigo o se han quedado flotando en el ciberespacio virtual de Internet o tal vez si
mi alma ha quedado expuesta y abierta a los comentarios del mundo, cosa que no
me hace mucha gracia a pesar de que, como mucho, sólo acertarán a cotillear de
mí el aspecto casual o elegante que he decidido ponerle a mi “sim”.
Cada vez que entro hay una
historia diferente y se ha abierto una nueva alarma social: ponte sobre mi
nombre, abre no sé qué ventana y táchame en el apartado donde dice “no te voy a
cotillear más”. No hagas caso de un colega
que se llama Pepito Pérez y que en realidad es un virus que te formatea el
ordenador. Haz una lista con los mejores y deja fuera, si puedes, a la petarda
que no hace más que mandarte galletitas de la fortuna y que, por cierto, nunca
acierta con la premonición de lo que el futuro te va a deparar….por favor qué
estrés…Incluso he visto en el muro del amigo de una amiga una alarma que me
tiene preocupada: al parecer si no entras en Cuenta /Configuración de
Privacidad/Invasión Doméstica/Pantoja/Copla y quitas las comillas a
"Marinero", puedes encontrarte con la papeleta de que se te cuele en
casa la susodicha a cantarte aquello del alma que se le enamora a ella cuando
lo mira. Que desde luego si al que miraba es a Julián Muñoz, a mí ya me da la
noche, seguro
A ver si alguien le dice de una
vez por todas al Mark Zuckerberg ese que se esté quietecito con las manitas,
hombre, que estoy más atacá que un aspirante a Notario.
Con lo fácil que era antes, que tú
nada más entrabas y ya sabías con una miradita quien te había dado un punto de
oro para jugar al mahjong, a quien le hacía falta una estrella para explotar
las bolitas, qué conocido había publicado su última foto en la playa y cuándo
es el cumpleaños de esa amiga de tu amigo con la que crees que tiene tema.
Pero hija mía, desde hace unos días
esto es una revolución. Claro que bien pensado qué se puede esperar de un
invento que ha sido ideado por un tío que como propósito para el 2011 se propuso
comer sólo lo que él matara, solicitando una licencia de caza para dar muerte,
el mismo que viste y calza, al bisonte del que iba a filetear las consabidas
hamburguesas. Come lechuga, chiquillo, o jamón de pata negra y déjate ya de
complicarnos la vida.
Ahora, eso sí, ahí seguimos
todos. Un lío de muerte, dale aquí, tacha allá pero los mismos jugando al
cityville, subiendo vídeos de niños y compartiendo musiquita. Parece que nos ha
enganchado el tío del bisonte.
Supongo que al fin y al cabo
todos tenemos derecho al ocio y es verdad que esta forma de compartir los
ratitos tiene un no sé qué que atrae.
Yo, por si acaso, estoy siguiendo todas las recomendaciones que me dan incluida la dela Pantoja. El fin de todo esto es
no perder el contacto con la gente a la que aprecio, formar parte de un grupo y
pasar todos los días un buen rato.
Yo, por si acaso, estoy siguiendo todas las recomendaciones que me dan incluida la de
Ay, si no fuera por estos ratitos
y los de cobrar…