martes, 15 de enero de 2013

CARA AL PÚBLICO

Desde luego, estar trabajando cara al público tiene muchísima guasa, pero hay que reconocer que esa situación es la ideal para tener mil y una anécdota que contar. Supongo que somos tantos y tan diferentes que entre unos que no nos enteramos de lo que nos cuentan y nos da corte preguntar, y otros porque en su mundo de autosuficiencia no cabe la duda, es seguro que ni siquiera nosotros mismos sabemos la de veces que habremos estados nominados para formar parte de la Enciclopedia del Disparatón que algún desconocido estará haciendo.
Mi hermana tiene unos amigos a los que a fuerza de cariño y años también considero míos, con los que pasamos ratos muy divertidos. Son de esas personas simpáticas, llenas de vitalidad de las que a mí me gusta tener alrededor porque me alegran la vida. Ella, además, Cordobesa de pro, tiene ese deje tan especial de la gente de allí, un andaluz cariñoso y sonoro con el que su forma de contar las cosas se enriquece de veras.
Como, además, ambos son enfermeros y trabajan en un Hospital por donde pasan al día cientos de enfermos, no hay más que darles un poquito de coba para que casi a la vez y uno interrumpiendo al otro, nos cuenten alguna anécdota. Estas Navidades hemos pasado juntos una semana en una "casita de campo". Han sido muchas sobremesas de copita y café y muchas tardes-noches-madrugadas de chimenea y conversación para no tirarles de la lengua.
"Escucha nena", dice mi amiga cuando va a empezar una historia...y ya estamos preparados para lo que puede pasar porque ella además lo cuenta todo muy seria, sin darle ninguna importancia a nada y con la resignación de quien ya está a vueltas de todo y hay pocas cosas capaz de asombrarla.
"Hace unos días vino una señora, nos contaba estas Navidades. Entró por el pasillo y le dijo a una compañera: vengo buscando a Elena o a Paco.
¿Elena? ¿Paco?, decía su compañera dudando, pensando que no le sonaban para nada los nombres. 
Ya estaba dispuesta a decirle a la interlocutora que probablemente se había equivocado de planta, cuando la mujer añadíó: mira, hija, yo preferiría a Elena, porque como lo que me tienen que hacer es meterme una goma por detrás, pues me gustaría que fuera una mujer que me da más confianza.
Elena o Paco no, señora, le contestaba la enfermera con media sonrisa, que le tienen que hacer a usted un Enema Opaco. Ande pase que ya se lo hago yo en confianza.
Todavía lloro de risa cuando me acuerdo.
Seguro que tenéis alguna anécdota. Anda, contadme algo.

12 comentarios:

Marcos dijo...

Tienes una gran fluidez y facilidad para contarnos tus vivencias, eres muy amena. Gracias.

Berta Fernández-Viña Fernández dijo...

Jajaja, que me muero de risa.Eso será una broma ¿no?

geli dijo...

Tengo una amiga que trabaja en una empresa eléctrica y cuando vino un cliente a decir que le habían cortado la luz, ella le contestó: "le han cortado porque estaba usted enganchado", a lo que el cliente dijo: "Que va hija que hace ya dos años que me quité de la droga", jejeje mi amiga no sabía donde meterse....
Las anécdotas de mis amigos enfermeros son muy divertidas, porque con los nombre que se le ponen a las pruebas y los diagnósticos es normal que les pase de todo.

Mamen Orcero dijo...

Al amigo/a de Oviedo, bienvenido. A Marcos, gracias por tu amabilidad y a geli...bueno sé que tú, anécdotas de estas tienes unas cuantas.
Por cierto, geli es testigo (compartía chimenea y ellos son sus amigos)de que no es broma, es una historia de verdad. Si sólo fuera esa...pero es que son muchas de ese tipo...ja,ja.

JUAN PAN GARCÍA dijo...

¡Ja,ja,ja! Empiezo bien el día con tu historia y la de geli,¡ja,ja,ja!me parto. Besos

Manolo dijo...

Yo no trabajo cara al público, menos mal, pero tengo una persona muy cercana que precisamente trabaja en un hospital y lleva muchos años en ventanillas. Os podéis imaginar lo que lleva visto. Os cuento una: Estando un día en Urgencias llego un hombre mayor echando espuma por la boca. Rápidamente lo metieron para adentro y los familiares se quedaron rellenando los papeles. Cuando les preguntaron qué le había pasado al hombre, contestaron que ¡¡se había tragado una pastilla efervescente entera y detrás un vaso de agua!! ¡¡Os podéis imaginar!!. El hombre era la primera vez en su vida que tomaba una pastilla efervescente.
Os puedo asegurar que es completamente cierto.

Mamen Orcero dijo...

Pobre hombre, qué fatiga...ja,ja.

Lilith dijo...

¡Hola, Mamen!

Me ha gustado mucho esta entrada y tu blog. Cuando trabajo, yo también lo hago cara al público y hay tantas anécdotas como para escribir El Libro Gordo de Petete, te lo aseguro, ¡jis, jis!

Te dejo mis 5* y te deseo suerte en los Premios 20 Blogs desde L.R.A. Crónicas de una Otaku (http://lilithreinaasesina.blogspot.com.es/)

Anónimo dijo...

Si se trata de anécdotas yo tengo una que creo que tambien es muy buena, trabajo, como algunos sabéis, en un Ayuntamiento de la Comunidad de Madrid y estando el mismisimo alcalde ausente unos días, se envío un bando, delegando éste en un concejal como Alcalde Accidental. Al cabo de unos días me llama una conocida a casa, preocupada, preguntándome que le había ocurrido al Alcalde, a lo que le contesté que no tenía idea de que le hubiese ocurrido nada. Ella muy en su línea me dice: Si, hombre, no te has enterado? parece mentira que no lo sepas, si han mandado un bando comunincándo que el Alcalde ha tenido un accidente. Sinceramente no supe que contestar, porque reirme en ese momento me pareció un poco fuerte.

Mamen Orcero dijo...

Gracias Lilith por comentar, llevo unos días liada pero mañana más...je,je

"Como trabajar cara al público y no morir en el intento" dijo...

Buenisimo!!! Jajaja.LA verdad que yo no podria reprimir la risa en esa situacion. Porque ya me ha pasado algo parecido y se me acaba escapando una carcajada.Gracias por compartirlo y por este buen rato leyendolo.

"Como trabajar cara al público y no morir en el intento" dijo...

Jajjajaja muy bueno.Pobre hombre menudo susto .pero es una historia muy simpatica

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