miércoles, 28 de abril de 2010

UN JUEZ Y UN PARTIDO DE TENIS

Dejamos en la última charla un tema candente que parece acaparar él solo todos los afluentes del río de tinta habitual de los períodicos conocidos.
El juez Garzón, personaje controvertido como el que más, está protagonizando estos días uno de esos espectáculos políticos con los que nos tienen entretenidos hasta las tantas en los debates de La Noria.
Reconozco que si no fuera porque el horno de España no está para bollos y porque la situación económica del país te deja helada la sonrisa, disfrutaría con este nuevo set que enfrenta en el mismo partido de tenis a los dos grupos principales del escaparate político del Congreso.
Pienso, en mi humilde opinión que cuando se habla del dicho juez, constantemente se mezclan dos asuntos que no tienen nada que ver entre sí pero que sirven nuevamente para que cada bando pueda posicionarse en una esquina del ring y continuar la pelea.
Por una parte, Garzón ha sido denunciado por prevaricación. En cuanto a ésto, solamente tengo que decir que si realmente alguien tiene prueba de ello, debe ser un tribunal quien decida qué hay de cierto y en qué ha consistido ese supuesto delito del que lo acusan. Y creo que debe ser así porque en España nadie, ni Garzón ni Periquito el de los Palotes, debe estar por encima de la ley por mucho beneficio que haya aportado al país ni por mucho que nos coloque la mosca en la oreja el grupo o mentalidad del que haya salido la denuncia. Por supuesto presupongo limpieza en el proceso porque de otra manera el juez que lo juzga cometería el mismo delito que el juzgado (permitidme el juego de palabras).
Por otro lado, distinto es el derecho de los españoles que se sienten víctimas a exigir que se investigue la forma en que acabaron sus días seres queridos de los que nunca más se supo hace ya demasiados años. España debería tener ya madurez democrática suficiente para afrontar con valentía su historia y su pasado. No creo, sinceramente, que las manifestaciones del último fin de semana pongan, como se ha repetido hasta la saciedad, en peligro el sistema. Probablemente en este caso, algunos políticos deberían hacer eso que en catequesis llamábamos "examen de conciencia" y pensar si no se desestabiliza más un sistema cuando se saca la gente a la calle para manifestarse contra una ley, elaborada y refrendada por un gobierno puesto en la palestra con la legitimidad que confieren las urnas.

lunes, 26 de abril de 2010

HABLEMOS DE...

Acabo de ver las noticias de este país revuelto donde hasta el más tonto aprovecha la tirada para mover ficha. Ahora tenemos dos jueces, cada uno jugando en un equipo, abanderando la pancarta de la democracia. Es un temita interesante...
Pero bueno, hoy lo que quería confiaros a vosotros: estimados amigos, seguidores, lectores y contertulios en general, es que el mundo blogger me está atrapando en su red.
Esta sensación de saber que detrás de nuestras letras hay un lector que se acerca, a veces desde la otra punta del mundo, para saborear con nosotros el café de las palabras, me está llenando de satisfacción cada día.
Pero tengo que recordaros que la idea que inspiró este invento fue ante todo la tertulia y no me gustaría para nada monopolizar de alguna manera nuestras charlas.
Por ello he inaugurado una nueva sección dentro del blog que se llama "Hablemos de"... En ella podeis dejarme a modo de comentario una idea, un pensamiento o una temática sobre la que os gustaría echar una parrafadita. Si os parece, yo haré la introducción y a partir de ahí, os dejo el teclado.
Siguiendo el hilo convulso de la actualidad, tal vez podamos demostrar que la gente de buena voluntad somos capaces de entender, de utilizar y de creer en la democracia, probablemente el mejor sistema político del mundo, que a veces parece ser atacado a conciencia precisamente por aquellos a los que estamos pagando y muy bien por cierto, para seguir dando cuerda al engranaje político que hace andar a España.
Os dejo abierta la vía de la voz, de la propuesta, incluso de la protesta porque por mucho que se empeñen algunos, estoy convencida de que lo único que puede acabar con la democracia es el silencio.
Espero vuestras ideas.

miércoles, 21 de abril de 2010

LA LUZ DE LAS ESTRELLAS

En el mundo en el que nos movemos estamos acostumbrados a oir una frase que empieza así: hoy es el día de..., y a continuación se añade tras la preposición una coletilla conocida, amasada y preparada con un marketing salvaje por el consorcio comercial de turno.
Nos llevamos el año pasando sin desfallecer del día de los Reyes al de los enamorados, al del padre, al de la madre y al del perrito faldero, bendecido este último, eso sí, por el bueno de San Antón.
Pero como del asombro y de la curiosidad dicen que uno nunca se cura, esta mañana he vuelto a quedarme "pasmada" al conocer que hoy se celebra la "Noche mundial en defensa de la luz de las estrellas". No me digáis que el título solamente no te pone la piel de gallina.
Pues bien. Esta iniciativa surgió hace tres años en una Conferencia que se realizó en Canarias, donde se decidió convocar a la población mundial para apagar las luces innecesarias y permitir al firmamento volver a brillar con "luz propia" al menos durante unas horas.
Sé que la idea es tan utópica como pedir que los ricos repartan sus riquezas o que alguna potencia mundial levante el pie del cuello de uno de esos pobres pueblos a los que exprimen de materia prima. Pero no podéis dejar de reconocer que la idea lleva implícita la belleza en la propia construcción de la frase.
Mirar las estrellas debe ser, posiblemente, uno de los gestos más antiguos de la historia del hombre. Observar un cielo estrellado en el silencio inquietante de una noche en el campo es con seguridad, la sensación más aterradora y a la vez más cierta que alguien puede llevar a cabo. Ese es el momento en el que realmente te das cuenta de que tú, tus problemas, tus vanidades y la de los otros, no son más que el insignificante vuelo de un mosquito zumbón en el infinito jardín del paraiso.
El lema de esta campaña es "Hay otra manera de iluminar la noche, ¡enciende las estrellas!"
Me encantaría poder encender una estrella para todas y cada una de las personas que quiero. La estrella que asegura la felicidad y la fortuna y que anda por ahí, fugaz en un firmamento azul oscuro.
Encendamos por una noche las constelaciones y dejemos que la bóveda celeste nos inunde con la calma infinita de su espacio. Seguro que merece la pena


viernes, 16 de abril de 2010

LAS CANCIONES

A veces entro en el Facebook y algunos de mis amigos, imaginativos donde los haya, cuelgan cortos de cine o anuncios que nunca se vieron para pasar entre todos un ratillo divertido.
De esa fuente inagotable que es Youtube, van dejando constancia de la música que ha significado algo en sus vidas y a la que deben un amor, un amigo o una sonrisa.
Aquí tengo yo un problema. Y es que en esto de la música, siempre he sido un poquito especial. Nunca he podido evitar, por esta antigua afición que tengo a la lengua escrita que la rima sea la parte más importante en una canción y que el tono de la melodía sólo acompañe a la historia de lo que cuenta el cantante.
Como además mi inglés oído es un poquito deficiente, nunca acierto a traducir el mensaje que encierra el poema y más de una vez he pensado: ¿qué es lo que estará diciendo? ¿tendrá algo que ver la música con la letra?
Cuántos de aquella época en la que para "fardar" había que ser fans de los Beatles sintieron desilusión el día que descubrieron que aquella bonita canción que algunos imaginaban preciosa decía, en un tonito gracioso: el submarino es amarillo, amarillo, amarillo es.
Sé que seguramente estareis pensando que soy una cateta a la antigua y probablemente, no lo niego, todos lleveis la razón. No se puede juzgar la música porque no se entienda el significado y por supuesto que hay en mis preferidos, varios intérpretes "de fuera" que me enganchan con la melodía. Pero tengo que reconocer que es que no puedo evitarlo y lo primero que hago cuando me gusta su son es buscar en internet la traducción de la letra.
Para mí una canción es un relato, un poema de asonantes que cuenta en unos minutos una historia de inicio a fín. Me encanta unir al sonido la leyenda del amor a la novia, la tristeza de la soledad buscada o el dolor de la esperanza malherida. Así soy yo.
¡Ay! que sería de mí sin el google traductor.

lunes, 12 de abril de 2010

EL MUNDO DEL CINE

El mundo del cine hizo eco en mí en una época en que la vida de los quince o los dieciseis era una etapa tan incomprendida y tan inocentemente terrible que se hacía necesario sentarse a oscuras con tu propio yo, comprometido y aliado con aquellos James Dean o Marlon Brando que también como nosotros mismos se sentían "rebelde sin causa" o "salvajes".
Luego más tarde, con la madurez recién adquirida de los diecisiete llegó la época del amor incomprendido, de la eterna lucha por los sentimientos del corazón, gastados ya en palabras rimbombantes aprendidas en las frases de Jane, en un "love story" que para nosotros nunca llegaba.
La vida fuí haciéndola poco a poco, mezclando las realidades con la ficción y aquella sala oscura, contadora de cuentos interminables que nos esperaba agazapada, iba haciéndose cada vez más historia y menos vida, y poco a poco, los amigos que crecieron a mi vez, fuimos creyendo menos en aquellos jirones de leyenda que íbamos deletreando con el Mel Gibson o la Meryl Streep de cada día.
Con los hijos, los seres humanos desaparecieron durante años del celuloide que yo consumía y las hadas que siempre acompañan a los sueños, vinieron a llenar mi casa con la música repetitiva de una escena en la que la sirenita no tenía voz y la bruja del cuento cantaba a lo Mae West.
Ahora que se hacen mayores, necesito volver al tacto aterciopelado de la butaca, necesito recobrar la nostalgia de esa época en la que "el bueno, el feo y el malo" tenían, cada uno de ellos, un lugar del estante de mi corazón, en la que el amor era capaz todavía de sorprenderme entre "sonrisas y lágrimas" y la vida era una eterna y original película de la Metro Goldwing Mayer.
El cine que a mí me gusta no sé si viene en la crítica del semanal porque confieso que apenas la leo. El cine que a mi me encanta es uno en el que la música suena armoniosa, en el que la sensación de aventura se te queda pegada a la piel y donde siempre nos despiertan del hechizo, unas letras monótonas que anuncian que es la hora de la despedida, que hay que sacudirse las palomitas porque el bueno se quedó con la chica y que en la pantalla está escrito el "The End".
¿Cual es vuestra película favorita? Vamos a hacer un enorme cartel. Ahí va la mía.



......Mamen.............Primu................Rosa...............JCR................Geli.............Ulric80.... ..Julieta......Mapitas

jueves, 8 de abril de 2010

EL ALETEO DE UNA MARIPOSA

En cuestión de filosofía soy de las que creen en una teoría que han denominado "el aleteo de la mariposa". No puedo pensar que el camino de mi vida ya haya sido escrito, ni tengo fuerzas suficientes para imaginar que puede haber un ente etéreo, entretenido en mover los hilos de miles de millones de almas, para influir en su decisión de elegir éste o el otro color de la camiseta. Siempre he sido de los que piensan que las acciones que realizamos durante el día van influyendo al segundo en el movimiento vital de cada minúsculo ser de la tierra, que la hormiga que pisé, ha sido la víctima inocente de la casualidad de un paso más corto que otro.
Y ha querido ese casual que ayer me llegaran a través del Facebook, dos noticias que han venido a completar el círculo que ilumina la raiz más esencial de lo que yo denomino mi fe.
Por la mañana, un amigo colgó en la red una noticia jugosa sobre la última, porque ha habido otras, declaración de un tal Bernardo, obispo de Tenerife.
Dice este "buen hombre", saliendo a defender a la Iglesia de las acusaciones de pederastia que se le han hecho, con la torpeza de un elefante en una cacharrería, que "hay menores de 13 años que no sólo consienten, sino que lo están deseando y que si te descuidas te provocan".
La verdad es que si no fuera porque lo he oído en un audio en directo y con su propia voz, creería sinceramente que algún periodista mediocre se ha empeñado en ganar un premio Onda creando una leyenda urbana.
Reconozco que ésta es una de esas veces en que la tecla se me quiebra al mismo compás de la voz y mi educación y el respeto que siento hacia todos los que trabajan en organizaciones humanitarias religiosas o en pequeñas parroquias donde se hace mucho bien por gente que lo necesita, me impiden decirle con el corazón a ese "señor", cuánto siento tener que oir la estupidez o la crueldad de sus palabras y cómo me duele en el alma cada céntimo gastado de algún impuesto para que se coma el filete.
Sepa Ud. señor obispo que el abuso de menores es un delito tipificado en el código penal español, sea cual sea la situación moral, educativa o circunstancial del menor con el que se cometa. Supongo, por la regla de tres que me enseñaron en el colegio religioso al que fuí que la siguiente perla que nos dedicará, será el viejo argumento de que cuando el marido la mató, algo habría hecho ella.
Pero al llegar la tarde, el ala mágica de la mariposa me trajo de la mano de una amiga, la mirada y el sabor de las palabras de una de esas personas que pasan de vez en cuando por la tierra para dejar a su vuelta, la estela brillante de la luz de un cometa.
Hay una página en Facebook recogiendo voluntades para que a Vicente Ferrer se le conceda, de forma póstuma, el nobel de la paz.
Este hombre de manos huesudas que un día lo dejó todo para crear una fundación de la esperanza en la zona más extremadamente pobre de la India, comprometido con la vida y que dejó los hábitos jesuitas por amor, murió este año pasado sin ese reconocimiento público que todos le debemos.
Me gustaría que por una vez, las alas de la mariposa no fueran arbitrarias. Desearía como muchísima gente, recibir una contestación mediática a lo que a mi forma, entiendo como una plegaria. Espero que en breve, no sé si esto es rezar, la familia, la enorme familia del corazón de Vicente, se lleve la alegría de oir en alto su nombre en Estocolmo y por contra, espero también que alguien le diga a ese personaje siniestro del que ya no me acuerdo su nombre, lo que yo por principios no puedo.
Este es el momento de que la Iglesia haga la justicia que tanto pide en los foros públicos. Es la oportunidad de despegarse para siempre de todos los farsantes que nos hicieron dejar de creer en ella hace ya mucho tiempo y quitarse el sombrero del "chapó" ante la gente buena que trabaja sin pronunciar palabra y que de verdad merece la pena ser reconocida. ASÍ SEA.


sábado, 3 de abril de 2010

UN PAJARITO

Recuerdo que cuando era pequeña, a veces mi madre utilizaba el tono misterioso con el que los adultos engañan a los niños y me decía: me ha dicho un pajarito... Y a partir de ahí, mi imaginación se desbordaba, tratando de visualizar el momento en que aquel ave traidora se acercaría a mi progenitora para actuar como una vil chivata.
Cuando me convertí en madre, el tono misterioso apareció en mi voz y aprendí que no tenía la exclusividad del animal aquel día que mi hija me preguntó: mami ¿tu pájaro es el mismo que el de mi seño?
Curiosamente, el tiempo ha venido a darnos la razón a todas las madres del mundo y con la invención de internet, el pajarito que nos cuenta las cosas se ha instalado en el ordenador y nos habla cada día a través de los "bites".
Yo tengo un lorito hablador muy gracioso. Gracias a él he sabido que ya hay muchos amigos que han decidido apuntarse a nuestra tertulia. Veo que vienen cada día a esta casa que es su casa a compartir anécdotas, charlas y sentimientos reunidos alrededor del café.
Algunos dejan el rastro de su simpatía con algún comentario de esos que pone ilusión en mi vida y que me reafirman en la idea de seguir con esta aventura cibernauta.
Otros, a los que respeto profundamente, optan por el silencio público, pero a veces me sorprenden sus correos, escritos que probablemente no olvidaré nunca y que me acercan la esencia del amigo envuelta en sus palabras de cariño.
Sólo tengo que deciros que el pajarito me habla muy bien de todos y cada uno. Evidentemente no me cuenta más detalle que la ciudad de donde procedeis o el número de visitas diarias, pero acierto a comprender que detrás de la fidelidad del contertulio que acude más de una vez a mi cita, está la sonrisa y el apoyo de un amigo al que seguro que atesoro en el rincón de la ternura.
Gracias a los que vienen a tomar pastel y charla en este mundo virtual que creé para vosotros. Es verdad que me gustaría poder escuchar todas las voces, pero entiendo que cada quien tiene su particular manera de entender la tertulia. Gracias por leer mi opinión sobre la vida.
Lo único que me gustaría añadir, para terminar la perorata, es que siempre habrá un lugar en el sofá del salón para cada uno de vosotros y que la amistad del anónimo que teclea unas palabras, del valiente que firma su opinión a través de los comentarios y del que me deja la pista de un número en la estadística, nunca podrá ser comprada en la subasta de ningún corazón porque esa amistad es a la que verdaderamente nunca jamás podré poner precio.
Un beso a todos.
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