lunes, 14 de febrero de 2011

LA TIRRIA

¿No habéis sentido alguna vez esa rara sensación de tenerle “tirria” a alguien que nunca te ha hecho nada? ¿Es curioso verdad? Andas todo el día pensando: esto no puede ser, ni siquiera he cruzado con él una palabra…y lo intentas, pero no. Hay ahí una barrera infranqueable, un sexto sentido innato que como decimos por aquí abajo, “te tira patrás”.
Bueno, pues eso me pasa a mí con una persona a la que fíjate no solo no he conocido, es que ni siquiera puedo arriesgarme a tratar directamente porque no sé si llamarle de tú o de usted por la edad, o de ella o de él ya que nunca he sabido si es hombre o mujer.
Me refiero, no os voy a tener en vilo, al ejecutivo o ejecutiva, empresario o empresaria, publicista o…publicista que le quitó de un plumazo, sin mediar palabra, el protagonismo al bueno de San Valentín, convirtiendo un día como hoy en eso que ya todo el mundo llama San Corte Inglés por el tema de la obligación del regalo.
Porque mira que si hay historia bonita, digna de ser soñada en uno de esos momentos “merengosos” que todos hemos tenido alguna vez, es la de ese buen hombre que en Roma se dedicaba a casar en secreto a los soldados, cuando el emperador decidió que era preferible prohibir el amor por cuestiones de guerra.
Yo soy muy de leyendas. Primero porque pienso que bastante dura es la vida para robarnos a nosotros mismos el enorme placer de los sueños, y en segundo lugar porque me encanta comprobar como aquellos ritos o estas creencias han quedado entre nosotros, deformadas por supuesto por la evolución del ser humano que nunca se detiene. Y va el tío este – digo tío porque sin querer caer en demagogias me da a mi que las chicas somos más tentadas por el romanticismo – y llega con el traje de chaqueta y la corbata de rayas a darle una vuelta de tornillo al cuento de hadas para dejarlo convertido en lo que es, otro día más de consumismo atroz donde competir incluso con tu propia pareja, a ver cual de los dos tiene más intención en “estirarse”.
Pues en mi caso, mi marido y yo lo tenemos muy claro. Hace muchos años ya que decidimos de mutuo acuerdo no entrar por la tira del descaro y no caer de nuevo en la tortura del qué le llevo o qué le compro que al fin y al cabo al final es lo que te marca, convirtiéndolo todo en un ataque de ansiedad.
Yo me quedo, como romántica empedernida que soy, con la historia de Valentín, el romano, enamorado de la hija de su carcelero, escribiendo bajo un candil una nota de amor de despedida, una declaración de sentimientos verdadera, adornada con una firma melancólica y dulce, antes de ser conducido a la muerte: Tu Valentín.
Y por eso estoy aquí hoy, usando el mismo instrumento que el mártir-santo para recordaros a todos que es la fecha, que a pesar del centro comercial de las narices y del ejecutivo-ejecutiva que le dio la vuelta a esto y que a mí me cae tan mal, hoy es día de dedicar un minuto para mirarse por dentro, de dejar a un lado toda la madeja que a diario nos envuelve y hacer un ejercicio de recuerdo, una verdadera gimnasia de nostalgia que nos vuelva al lugar del que partimos, cuando aquella persona con la que compartimos la vida nos consiguió encandilar con su sonrisa.
Muchas felicidades a todos aquellos que tienen con quien celebrarlo y mucho ánimo a los que lo están buscando. Todos sabemos que el camino, aunque es duro, es menos largo si es compartido y es más bonito si se anda por amor.
Feliz día a todos.
Tu Valentín.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Uff, al principio me has asustado. Cuando leí el título, pensé que iba a ir al hilo de una charla matutina que tuvimos. Pero, una vez terminado,sólo puedo decir que es genial, que me recuerda lo romántica que era y lo poco o nada que soy ahora. También tendrá que ver el convivir con una persona que no sabe ni que existe el santo, que yo creo que si se imagina lo que le esperaba, reniega de la santidad. Hay por ahí un anuncio muy gracioso que dice "Bienvenido al día del orgullo cursi", refiriéndose a hoy, claro. Y me da la sensación que lo clava. No puedo soportar tanta cursilería; pero qué sería de nuestro mundo sin este día, o el del padre, el de la madre, y tantos otros. Consumismo y más consumismo,del que, por otro lado, dependen tantas familias.
Aún así, felicito a todos los románticos en su día. Un beso a todos.
Mónica.

Mamen Orcero dijo...

Querida amiga matutina. Con respecto a lo del susto (ja, ja...ya se por donde vas), es diferente el sentimiento. La tirria, como la venganza es un sentimiento frío. Yo lo aplico a gente a la que no conozco, con la que no tengo ningún contacto y aún así me provoca esa sensación de rechazo. Lo otro, de lo que tú hablas es más que tirria coraje y ese sí es un sentimiento calentito. Me da calor pensar que por educación tengas que oir y callar como el novio de la ratita presumida. ¿O no?
Ah! y el romanticismo hay que rescatarlo del olvido que es un sentimiento muy agradable, aunque sea empalagándose otra vez con Pretty Woman o mejor aun con "Explendor en la hierba" que por fin me acordé del título.
Un besito

Isabel Fotògrafa dijo...

No sabía la leyenda de San Valentín, pensé que era un día inventado de las empresas para tener una excusa para vender después de las navidades. Siempre se aprende algo nuevo.
Como vosotros, yo tampoco lo celebro. Cualquier día puede ser el de los enamorados, sería un rollo si solo fuese 1.

Mamen O. dijo...

Es curioso lo que apuntas, Isabel. Cómo el marketing anula todo lo anterior. Pues sí. San Valentin fue condenado a muerte en Roma porque se dedicaba a casar a los soldados en una época en que el emperador (creo que Claudio no estoy segura)decidió que los soldados no debían tener ataduras sentimentales ni una esposa esperándolos para que no interfiriera esto en la guerra. Las campañas romanas duraban años. De hecho hay una cosa muy llamativa en cuanto a la etimología de las palabras. De ahí salió la palabra casamentero, de estos sacerdotes que casaban en secreto a los soldados.
Cuenta la leyenda que estando Valentín en la cárcel esperando ser ajusticiado, el carcelero le pidió que enseñara a leer a su hija de la que se enamoró. Fue de ella de la que se despidió con una carta de amor.
Con esta historia los cristianos sustituyeron una fiesta pagana que hacían los romanos en honor del dios del amor. Es una historia preciosa.
Gracias por venir por aquí.

JUAN PAN GARCÍA dijo...

Hola, Mamen, interesante entrada.
Esta versión del origen de san Valentín no la conocía y me regocija conocerla. Hace muchos años leí que la Iglesia Primitiva, para atraer a los paganos integraba sus ritos en las costumbres cristianas hasta que éstas acabaron por interponerse sobre aquéllas. Así ocurrió con la Navidad, cuyos festejos reemplazan a las bacanales en honor al Sol, que vencía a las tinieblas alargando los días.
Parece ser que los sacerdotes paganos en Roma preparaban la llegada de la primavera, celebrando una especie de rifa entre sus fieles, que consistía en sacar nombres de mujeres y hombres de una vasija y convertirlos en parejas que convivirían juntas durante un año. La Iglesia contrarrestó esa celebración nombrando un patrón para los enamorados, que recayó en san Valentín, un obispo que había celebrado el primer matrimonio entre una cristiana y un legionario romano pagano. Pero, como bien dices, el comercio se ha apropiado de esta fiesta tan romántica y la ha convertido en otra obligación de intercambiar regalos. Como hace tan solo una semana que cumplimos años de casados, mi mujer y yo en este día no nos regalamos nada que no sean unos besos de más. Saludos.
Feliz semana

geli dijo...

Yo tampoco he celebrado nunca este día, prefiero dar y recibir amor a diario y no tener que materializarlo en un regalo una vez al año.
Ahora que se me está pasando el dolor de cabeza de los reyes, lo único que me faltaba es tener que volver a comerme el coco otra vez, con sólo un mes de diferencia... Para colmo dentro de poco tengo el santo y el cumpleaños de mi maridín todo junto.

Rosa dijo...

Desconocía esta leyenda que cuentas... Lo que es evidente es que hoy por hoy es un dia de consumismo, pero tampoco me parece mal (ni bien). Lo importante es que la pareja este en la misma onda, porque de lo contrario vienen los malos rollos.

Feliz dia de San valentín !!

Anónimo dijo...

Si me enamoro algun día, me desenamoraré, me desenamoraré, para tener la alegría de enamorarme otra vez.....y olé. Feliz día de San Balantines.

Mamen O. dijo...

Hola a todos.
Juan nos presenta una versión con variaciones de la misma historia. Y es que todas las narraciones que se han ido pasando de forma oral o que han sido traducidas del griego o del latín, tienen tantas variaciones como personas las cuenten. Vete tú a saber lo que hay de verdad detrás o si sólo fue una contramedida de la Iglesia contra las fiestas paganas. Pero es una historia bonita.
En cuanto a lo que dice Fer, creo que lleva razón, que cada cual haga lo que quiera pero que se ponga de acuerdo con su pareja porque como aparezca la otra o el otro con un regalito de esos de comerse el coco como dice geli y tú no, más te vale cantarle una "Sevillana" y tomarte un Balantine como el primu que por cierto mucho rollo pero es un romántico y si no que cuente como se declaró a su señora en una venta de la sierra.

JCR dijo...

Es mucho mejor recordar o conocer historias sobre el día de San Valentín que pensar que todo fue invención del Corte Inglés o la persona de turno que pensó en el asunto comercial , aunque no me gusta que me digan cuando tengo que regalar o cuando tengo que sentirme más enamorado, puede que ese día tengas el pie torcido o un fuerte catarro y tu cuerpo no pida otra cosa que descansar y recuperarte, pero ayer compré una pequeña caja de trufas en forma de corazón, puede parecer algo cursi, manido, da igual, lo cierto es que después de un duro día nos permitió endulzarnos un poquito más la vida, un pequeño momento para compartir lo pasado, presente y futuro que nos queda por vivir.
Saludos.

Mamen O. dijo...

Gracias por compartir con nosotros tu momento valentin, JCR. No hay muchos hombres que sean capaces de reconocer que también ellos tienen su parte romántica. La verdad es que esas cosas, parece que no pero alegran la vida.
Un saludo

Anónimo dijo...

Yo sí soy capaz de confesar mi lado romántico, estando con unos amigos comiendo en una venta de un pueblo de la Sierra Gaditana, por cierto se lo recomiendo a todo el mundo, en el momento del "digestivo" me subí en una silla para brindar por mi "santa" esposa y mi amor eterno hacia ella y un sin fín de cumplidos y elogios,sabiendo lo poco que le gusta que forme esos espectáculos, ante las sorprendidas miradas de todas las personas que se encontraban comiendo tambien en el salon, finalmente todos los comensalen rompieron en un fuerte aplauso. Luego vi a uno de los camareros dirigirse hacia mí, yo pensaba que me iba a echar del recinto pero para mi sorpres traia unas botellas de champan y algunas copas, así que fui mesa por mesa poniendo una copita de champan a cada persona que estaba allí, por su puesto haciendoles creer que les invitaba yo en un arranque de locura amorosa y realizamos un último brindis en lo que ya se había convertido en un gran almuerzo familiar. Ni que decir tiene que esa noche a pan y agua y a dormir al sofá.

Mamen O. dijo...

Conociendo a tu pandi, me imagino la que se liaría allí. Además creo recordar que una parte de los comensales era una excursión del Inserso, así que me puedo imaginar el "chou". Yo soy Gema y te mato.
Pero el tío tiene la suerte de caerle en gracia al camarero y que le regalen champang...es que nació de pie.

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