Ya está aquí otra vez el dichoso Halloween.
Tiene tela que esta palabreja que me obliga a recurrir al traductor para asegurarme de que he puesto el número de “e” suficientes, se haya instalado en nuestras vidas de una forma tan bestial que ya sea lo más normal del mundo salir a comprar un disfraz de esos horrorosos o que andemos medio locos buscando caramelitos para contentar a la horda de niños “pesaos” (entre ellos incluyo al mío) que vendrán a darte la murga con esto del truco y trato.
Mira que yo soy de las que piensa que todo lo que sean fiestas, bienvenidas o bienhalladas, sobre todo si son por los niños. Hay que intentar disfrutar lo que se puede que para disgustos tenemos ya el telediario. Pero es que encima, de verdad que es que no le veo la gracia yo a la fiestecita.
Creo que nos empeñamos en adoptar fiestas ajenas, metidas con calzador en el calendario propio y andamos de “aquí pallá”, disfrazados de zombis sin saber ni tan siquiera cuál es el truco o en caso de perder si es necesario llegar a algún tipo de trato.
Oigo decir a algún amigo: ¡nos lo pasamos de miedo!, haciendo el chiste fácil con aquello de lo del susto, y yo pongo cara de que sí, de que lo entiendo de veras, pero sigo sin verle razón a eso de que te lo pases bomba a fuerza de pensar en muertos vivientes, arañas peludas y toda demás palafernaria terrorífica. Debe ser que adoro tanto la vida que no me parece la muerte motivo recurrente para convertirse en la protagonista de una fiesta.
Hace unos días estuve en la reunión de mis amigas del club de lectura. Sin quererlo hacer aposta, el tono del último libro propuesto andaba un poco por estos temas. El ocupante, de Sara Waters es una historia de casas abandonadas y fantasmas encontrados y a pesar de que la mayoría no lo habíamos leído y nos hemos dado un tiempo de tregua, la conversación fue volviéndose cada vez más lúgubre, a medida que cada una empezó a contar experiencias vividas, historias oídas y miedos repetidos. Vamos, que todavía tengo los pelos como escarpias cuando rememoro la tardecita.
Hay personas que tienen una sensibilidad especial, decía una de mis amigas…pues mira yo me quedo en vulgar, corriente y moliente…dejadme a mí de sensibilidades especiales y otras zarandajas paranormales que para eso ya está Iker Jiménez pilotando la Nave del Misterio.
Ahora, eso sí, lo que yo me pregunto es qué será de la fiesta en cuestión cuando pasen unos años y España, que es mucha tierra ésta, haga del festejo algo suyo y empecemos a añadirle unos cuantos toques castizos. Supongo que como en todo lo demás, las diferencias estribarán en el carácter y la forma de ver la vida que tenemos en cada sitio. En Andalucía no me cabe duda de que será el humor lo que triunfe porque en otra cosa no, pero en reírnos de nosotros y de los demás, en eso partimos la pana. Acabaremos ridiculizando al miedo que en eso del “canguele”, por desgracia, vamos sobraditos de experiencia.
De momento, os voy a ir dejando un vídeo de Manu Sánchez que he encontrado en Youtube donde habla del miedo en las películas americanas para ir preparando el futuro. Sé que hace poco ya os dejé algo de este hombre, pero es que de verdad me río con él porque creo que representa la esencia del humor. Y si no, poned atención al monólogo y ya veréis como esto sí que tiene gracia y no el dichoso Halloween.
10 comentarios:
No te lo vas a creer, pero mi barriada se ha convertido en la abanderada en eso de las fiestas y se ha nombrado la Barriada "Halloween". Llevamos años ya en los que yo envío a mi niña con mi marido (ah! y contigo) a dar vueltas por la zona, mientras yo me atrinchero en mi casa con las luces apagadas para evitar la metralleta de llamadas. Pero este año, vete preparando para alucinar, se están apuntando en una lista aquellas casas que se van a decorar y donde prepararan "trampas" para dar sustos... Pero llegamos al colmo, en el parque van a montar un escenario, porque unos papás/mamás voluntari@s llevan como un mes ensayando para hacer una coreografía de Thriller. Je,je,je. A ver si en Estados Unidos se animan y nos copian la fiesta esa donde se tira un queso por una montaña y todos corren a por él, no va ser todo importación, hay también que exportar que si no nos quedamos sin divisas, jejeje
¿Ves como al final cambiamos la fiesta? ¡padres y madres bailando en un escenario! apostamos algo a que es a ritmo de chirigota..ja, ja,ja
Ha algún empresario se le ha encendido la lucecita con ésto del Halloween y nos lo ha metido con calzador, y como somos una manada de obejas, pues todos a una. Hace unos años, lo veía en las películas americanas como una fiesta cutre y afortunadamente lejana y ahora la tenemos aquí y como tambien somos mas papistas que el Papa, ésto irá a más.
Me uno al odio a esa fiesta terrorífica y horrorosa. Por donde yo vivo todavía no se ha implantado, pero mi niño quiere ir a "La Barriada Halloween" a unirse a sus primos. Estoy dándole todas las largas que puedo, pero me temo que al final le tendré que poner una sábana blanca con dos boquetes y unirme a la procesión del terror y eso si que da miedo.
¿Te acuerdas Chari de los fantasmas?
Llega el día de marras y nos encontramos sin disfraz y con los niños queriendo ir. Lo pronto que saqué una sábana blanca, la partimos en dos, boquetitos y ¡ala! niños, ya sois fantasmas.
A uno le pinté un monóculo y al otro yo qué sé...el caso era salir del paso...je, je, je
Chapi vete adaptando....
Tengo una amiga a la que le regalaron el año pasado un disfraz de "Lacasito" para su hija... De momento no le ha servido nunca para ningún evento, hasta que se le ha ocurrido transformarlo en Lacasito asesino. La niña decía: "Mamá que voy a hacer el ridículo, a quién le va a dar miedo de un Lacasito" y ella le dice: "Nena que dá más miedo un disfraz comprado en los chinos de bruja o que vaya a pedir chuches un Lacasito asesino"... Ganó la madre, así que no se asusten los Cordobeses que abran la puerta y se encuentren a Claudia cuchillo en mano, supurando chocolate...
Estoy pensando que no tengo ninguna sábana blanca, pero tengo un magnífico disfraz de Lord Dark Vader (el malo de la guerra de las galaxias) eso da miedo ¿no?, si hace falta le pongo el cuchillo que si le sirve a un Lacasito por qué no a un malo del espacio.
Esta Isa no tiene remedio...ja, ja...me imagino que lo pone de moda y en unos años las "nenas" cordobesas pidiendo caramelos vestidas de tocinito de cielo...ja,ja,ja...
Isa, por fa, anímate y cuéntanos cómo fue ese Halloween.
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