El grito sonó desgarrador a través de las ventanas del patio. Un ruido solemne de golpes asestados y muebles desplazados inundó las habitaciones, disolviéndose en el olor a comida recién hecha con el que se entretenían los sentidos.
"Parece que mañana va a llover", dijo el vecino del cuarto, cortando el pan en trozos pequeños. "No te olvides de comprar la leche" apuntó la del tercero, mientras la chica enumeraba en voz alta la lista de la próxima compra.
El tiempo se apresuró a convertirlo todo en silencio.
Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer25 de noviembre
2 comentarios:
Con tan pocas palabras y cuánta tragedia has transmitido! Un relato corto pero intenso y conmovedor.
No sé qué me resulta más doloroso, si el ruido de los golpes o el silencio de los demás. Ojalá acabe pronto esta plaga de la violencia de género, no soy muy optimista al respecto, siento decirlo. Y no sé qué más decir Mamen, es un tema difícil, mucho ánimo y valor a las personas y familias que sufren por este motivo.
Un beso muy fuerte.
Gracias por pasarte por el saloncito, Encarni. Es un tema difícil, es verdad. Yo lo que he querido es hacer un pequeñito homenaje, tener un leve gesto de denuncia porque es verdad que el problema sigue siendo gravísimo y hay que seguir concienciando como sea, cada uno dentro de sus posibilidades. Muchos besos, guapetona
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