“Cuenta la leyenda que hay noches
en las que se juntan las estrellas”, le dice bajito a la niña, repitiendo como
cada día el rito de saludar al sueño con un cuento de hadas.
“Dicen que andan perplejos los astrónomos, que
se pasan la vida observando por enormes telescopios y revolviendo entre
precisos instrumentos; buscando una razón que les haga entender, al fin, ese fenómeno extraño”, le sigue contando
mientras la pequeña la observa con los ojos muy abiertos y la inocencia estrenada.
“Entonces, cuando eso ocurre, la
gente sale al campo y se sienta en las orillas de las playas. Nadie quiere
perderse el espectáculo extraño de las luces concentradas en un punto
lejano, de esa oscuridad tiñendo al mundo que queda huérfano de madrugada”.
“Luego, cuando todo termina, en
la siguiente mañana, los periódicos se hacen eco, la televisión vende noticias
y el mundo entero habla de esa noche especial en la que los astros se
unieron”.
“ ¿Sabes qué?, yo creo que sé lo que ocurre”, le dice con un
aire de misterio que a ella misma le sorprende.
“¿Sí, mamá?, ¿lo sabes?” Pregunta la niña, radiante de sonrisas que
iluminan la almohada.
"Dicen los viejos que son noches especiales, corazón, que hay veces que los planetas enmudecen y las estrellas se abrazan. El viento arrastra un murmullo que suena a rima de versos y sones de metáforas. Son los poetas, amor mío, cuando suben al cielo, los que cantan sus versos hasta despuntar el alba”.
1 comentario:
Una leyenda preciosa Mamen, me encantan las leyendas. Al describir cómo la niña escucha a su madre, he visto la carita de mi hija cada vez que le cuento un cuento nuevo.
Qué bueno que hayas vuelto a la carga con el blog!
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