viernes, 5 de noviembre de 2010

AFONÍA

En toda película americana que se precie, nunca puede faltar ni un número de teléfono que empiece por 555 ni un momento álgido en el que uno de los protagonistas se confiese alcohólico anónimo, borracho conocido o adicto a cualquier paranoia que se le ocurra al guionista de turno.
Pues bien, hoy quiero también aprovechar este momento íntimo para contaros que yo tengo una adicción. Si, queridos hermanos, lo digo aquí en presencia de mi tertulia de amigos y compañeros de viaje, esperando por supuesto que todos os levantéis al unísono del sillón para decir de forma sincera aquello de: te queremos, amiga, te queremos.
Y es que yo soy adicta a charlar. Tengo ese vicio, qué vamos a hacerle. Hablo con las madres del cole, con los profes de mis niños, con el que vende el pescado, no te digo con la cajera del super, mis hermanas, mis cuñadas, primos y otros miembros diversos de mi núcleo familiar. A mi madre ni la nombro, a ella le debo estar nominada a un premio en la compañía telefónica de la que soy cliente…Bueno qué voy a deciros, vamos que a no hay nada que más me chifle que una buena conversación.
Sé que estaréis pensando ¿y a qué viene a contarnos esto? ¿es que acaso se cree que no la conocemos?
Sí, claro que me conocéis, pero tengo que hacer esta introducción para que os deis cuenta de cómo me siento, cuando añada a mi confesión que llevo tres días afónica.
¿Afónica? Pensareis de nuevo, bueno tampoco será para tanto.
Pues sí es para eso y para mucho más. Afónica, pero completa, sin voz. Vamos que para decirle a mi hijo que acabe ya de hacer la tarea del colegio con la misma intensidad con la que se lo grito siempre, he tenido que recurrir al gesto de “o te corto el cuello” y así que el chaval entienda lo que por la sangre me bulle. Esto sí que es un suplicio y no la parrilla en la que asaron a Lorenzo. Esto sí que es una penitencia y no la del Jueves Santo.
Me he quedado sin voz, sin voto y sin esperanza. Aquí estoy, sin poder coger el teléfono, sin poder contarle a nadie el último cotilleo jugoso que le oí a mi vecina, sin pelearme con mi santo esposo y a punto del infartito como no se me cure pronto.
De momento el fin de semana se presenta un poquito chungo. Estoy tomando antibióticos, líquidos, miel con limón y sobre todo silencio, mucho silencio. Vamos, en una frase estoy tomando por saco porque vaya semanita lacia la que llevo y lo que me queda. Y es que aunque yo, optimista, hago gestos de que estoy mucho mejor cuando alguien me pregunta, no me atrevo ni a darle las gracias al preguntante para no oírme a mí misma gritar desde el pensamiento una palabra que muere en mi laringitis, convertida en un leve quejío.
Pues nada compis, lo dicho, ya teneis mi confesión. Estoy en abstinencia del vicio y el mono me va a matar. Se me entiende menos que al Pato Donald y me encuentro  "mu perjudicá”.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Te confieso algo yo tambien,tus hijos son adictos,te lo digo porque hoy mismo me lo han confesado todo entre algun que otro sollozo y al borde de la lágrima,son adictos a tu afonía,no sabes lo tranquilos que están a pesar de que ahora les amenaces con gestos de cortarles el cuello,María incluso me comentaba que se conformaría con que la afonía te durara hasta que termine el año escolar.

Kike dijo...

Que te mejores pronto Mamen! igualmente tienes este rinconcito que te permite comunicarte.
Es una manera de escucharte al menos.
Que tengas un buen fin de semana.

PD. por las dudas sigo practicando chino jeje.
Un beso.
Gracias

Mamen Orcero dijo...

Gracias Kike y dale duro al idioma que en unos días nos vamos.
En cuanto al primu y a mi hija, vaya pareja. Pues que sepa Mariquilla que va a tener que pasar pronto por el mono también porque hoy tengo ya voz para dar alguna que otra orden (aunque bajito).

Rosa dijo...

Vaya Mamen, que te mejores pronto !!... Si es cierto eso que no te das cuenta de lo importante que es la salud, hasta que te falta... De todos modos, te queda este rinconcito en el ciberespacio en el que poder explallarte agusto todo lo que quieras...

JCR dijo...

Ya sufrí hace algún tiempo esa sensación de no poder hablar, aunque por otras causas y se pasa mal, con la libreta y lápiz para todas partes, la única forma que tenía para comunicarme.
Recupérate pronto que tenemos que aprender chino, yo ya tengo un viaje programado para ir a Toledo y comprar el botijo.

Mamen Orcero dijo...

Ja, ja...(me río por dentro que por fuera no se me escucha).
No os podeis imaginar qué rollo. Ya desde ayer tengo un poquito mejor la voz pero no la quiero forzar. Hoy llamó mi cuñada por teléfono y por costumbre lo cogí yo. La pobre alucinaba con aquella cosa parecida a una voz que salía del aparato. Yo creo que no colgó por educada y me decía ¿tú no eres mi hermano, no? Y yo con voz de ultratumba: noooo. Si se lo hago el día de Halloween le da algo...Ja, ja, ja

geli dijo...

Pues estar afónica es un rollazo, porque quieras o no, terminas forzándote sin darte ni cuenta. Bueno, cuenta si te das, ya que los pinchazos te lo van recordando. Pero lo que no debe estar mal del todo es estar unos diillas sorda. Nada de escuchar en el trabajo a los demás "rajando" unos de otros, nada de acoso telefónico, clientes cabreados,... ¿ Y cuando llego a casa ? ,, ¿Y cuando llego a casa?,,, ¡Eco! la ansiada siesta interrumpida que persigo diariamente desde hace más de un año, en que cada tarde cuando los párpados no pueden aguantar más y terminan dandose un besito... ¡cataplum!, la llamada a la puerta del vecino, la llamada al teléfono de alguien que necesita urgentemente contarle una tontería a mi marido, la llamada de Orange, Santalucía, Telefónica, el que quiere hacer una encuesta, mi niña con las tareas, el ruído de la lavadora, el lavavajillas, la secadora, el que pasa por la puerta y decide preguntarme si me apetece dar un paseillo por el parque, etc. etc. En fin, aunque me gusta mucho tener compañía, ¡Unos díitas sooooorrrrrrrrdaaaaaaaaa!

Mamen Orcero dijo...

Pero ¿cómo te vas a quedar sorda justo antes del concierto de Los Dalton? ¿Me vas a dejar sóla con las luces? Ahora tiene que entrar el foco amarillo ¿quéeeeee? No, no ahora el azul...¿quéeeee? y la gente flipando en el teatro...ja, ja

geli dijo...

Pues por ese temita justamente he recibido esta tarde por lo menos 30 llamadas de teléfono y a la vez explicándole a la niña el tema de mates y lengua para 2 exámenes, ¿no es mejor quedarse sorda antes que loca?

Anónimo dijo...

No me puedo creer que las hermanas Hurtado se vayan a ocupar de las luces del concierto de los Dalton,geli mañana te llamo a las cuatro de la tarde pa que me lo cuentes,juas juas juas.

geli dijo...

Bueno tu no has tenido en cuenta que somos una hermanas muy polifacéticas y versátiles, jejeje

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