Con el sonido del tintineo de las elecciones, a una mente pensante de estas especializadas en audiencias televisivas y publicidad, se le ocurrió idear un formato de programa novedoso donde gente corriente se atreve, o al menos eso nos hacen creer, a lanzar así a bocajarro una pregunta peliaguda al personaje aspirante a hacer de guía turístico de nuestros destinos, los próximos cuatro años.
Estos días, con esto de las elecciones catalanas he vuelto a ver el anuncio de una nueva edición y la verdad es que, bien pensado y salvando la vergüenza que para mí supondría salir en la pequeña pantalla aunque sea por un motivo loable, más de una vez me habría gustado echarme a la cara a algún que otro de estos seres inalcanzables para que me explicara a mí, directamente y sin intermediarios, qué quiso decir cuando dijo digo y por qué al final acabó diciendo Diego.
A mí por ejemplo estos días que ha estado por aquí, y para huir del tópico de la política, me hubiera gustado hacerle una pequeña interviú por ejemplo al Papa. Parece que se ha ido el hombre un poco disgustado de España porque ya no somos aquella reserva espiritual de occidente con la que la Santa Sede contaba. Y a mí que me siento más terrenal que espiritual y más cerca de lo humano que de lo divino, me hubiera gustado saber de primera mano qué es lo que esperaba de una sociedad que avanza, si cree de verdad que puede haber perdón religioso para Massera igual que lo hubo para Pinochet o por qué no, oye, a ver si me saca de dudas y me dice, más o menos, cuánto puede costar el coche-pecera que lo lleva a todas partes, con el que yo iba a brillar de miedo en la cabalgata de las fiestas de mi pueblo.
Creo que me quedaría muy satisfecha y me iría a casa con la sensación de tener una verdadera opinión formada sobre el personaje. La verdad es que entre la Homilía que va siempre en latín y los discursos con un alto nivel teológico, al final, acabo quedándome con la opinión de un traductor de pensamiento y lógicamente no tiene nada que ver el resultado si el diccionario ha sido editado por Iñaki Gabilondo o por Paloma Gómez Borrero.
Como el Papa hay montones de personajes a los que preguntarle o a los que reprocharles tantas cosas que no creáis que no tiene su puntito el programa. Ejercer de entrevistador y dar con la cuestión que retrate verdaderamente la personalidad de alguien, debe ser una de las asignaturas más difíciles de aprobar en el pundonor profesional de un periodista. Y eso me encanta.
Claro que luego está la otra parte. Me cuesta imaginarme a mí misma, convertida en un personaje público, expuesta en el púlpito a la espeluznante sensación de la verdad desnuda. Si eres verdaderamente honesto, el cara a cara con la gente debe dar mucho vértigo.
Se me ha ocurrido una maldad. Si yo os propusiera aquello de: “Tengo una pregunta para Ud.” ¿Qué y a quien preguntaríais algo? O mejor todavía, ¿qué os preguntaríais a vosotros mismos? Venga, vamos a darle una vuelta al coco y ser originales. Confío en mi peña.
6 comentarios:
Uhmmm... no sé... En uno de esos programas en el que intervino Zapatero, tuvo mucha repercusión la pregunta de un jubilado, en que le cuestionaba por el precio de un cafe... El "pobre presi" respondio con lo primero que le vino a la cabeza, porque seguro que no se pagaba uno desde que llego a la Moncloa. Bueno, pues Yo me preguntaria a mi mismo... ¿hace cuanto no me sube un euro la nomina? Respuesta : Creo que la última vez se llevaba el pantalón de campana... Snifff !!
¿Por qué no nos hacemos preguntas cruzadas? ¿Seremos capaces de contestarlas o tendremos como esos políticos que se enfrentan al programa que salir por la tangente?...
Venga, yo estoy dispuesta a que me pregunteis por el precio del café...que acabo de tomarme uno y me han "colao" 1,40 €, vamos unas doscientas de nuestras añoradas pesetas.
Querida Ruth. Creo que ambas preguntas son buenas y difíciles de contestar. Yo no soy política y también me pregunto qué tiene el poder que llama tanto la atención de alguna gente. Porque realmente cuando veo imágenes como la del día del desfile y está Zapatero aguantando el tirón de los pitidos, es difícil pensar que le merezca la pena por muy altruista que sea.
En cuanto a los estudios, no sé donde vamos a ir a parar. Primar la educación privada por encima de la pública debería estar prohibido, así como suena, en un país democrático. Cuantos intereses debe haber por medio para que un gobierno consienta eso.
Pensando en un futuro me pregunto ¿Tendré jubilación? ¿En el caso positivo, será suficiente para vivir?
Aunque actualmente parece que tenemos que ahorrar mucho ¿Cómo ahorro? ¡No tengo!
¿Tendrán que ayudarme mis hijos? ¡Pero tengo que darles un buen futuro!
¿Cómo? la educación ¿será mejor o seguiremos con la carencias actuales?
¿Buena siembra = fututo asegurado?
Saludos, buen fin de semana.
Realmente inquietantes tus preguntas JCR. ¿Sabes cuál es el problema? Que no creo que actualmente haya nadie en España que sepa contestarte a ninguna de ellas. Me da la impresión de que nuestros políticos actuales están viviendo el día a día: vamos a preocuparnos ahora de las elecciones y de sacar tal o cual medida que nos haga popular, que cuando éstos se jubilen yo ya no estaré. O al menos esa es mi impresión. Ojalá no sea así y salgamos del bache. Saludos
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