lunes, 23 de mayo de 2011

LA RISA

¿Nunca os ha dado un ataque de risa? Pero ¿uno de esos en que se llora? Ay madre mía. Con lo mal que se pasa.
imagenes para blogspotPorque el problema de los ataques de risa no es sufrirlos ni que se te vaya el rimel si te coge en un “momento glamour”. El problema de esos accesos de carcajadas es que la mayoría de las veces, o al menos ese es mi caso, sobrevienen en el momento más inoportuno, cuando en tu fuero interno sabes que no es tiempo de hacer gracia o cuando sospechas que se está dando cuenta de la movida el sujeto protagonista y provocador del desternille.
Yo tengo a mi favor ser una persona de risa fácil, lo reconozco. Me gusta tomarme la vida con humor porque soy de las que piensa que tristezas, bastantes te da la vida. Así que me encanta rodearme de gente que me haga feliz y que sean capaces de entender el puntito hilarante que hay detrás del día a día.
Hay veces que la risa es compartida. Para eso tengo sobre todo a mis hermanos. Creo que nos conocemos tan bien que a penas hace falta una mirada para encontrar la complicidad completa, ganada a lo largo de los años compartidos, cuando no había más remedio que aguantar la chanza y soportar el chaparrón del risoteo, sentenciando desde tus adentros: ya os llegara el momento…
Y otras veces, a mí me pasa mucho, la risa la vivo en soledad, y esa es la peligrosa. Porque claro, estar en una reunión y celebrar los chistes, eso no tiene mucho mérito, lo difícil es justificar ese farfullo de palabras o ese gesto indomable que te surge de momento, en la calle, en la consulta del médico, en una reunión o en el trabajo, cuando viene a tu memoria algún recuerdo de esos que atosigan la memoria.
Entonces es cuando se hace difícil continuar con el “run run” que te rodea y concentrarte en aguantar la mueca, mientras la boca te delata la sonrisa. ¿Vais a decir que no os ha pasado nunca?
Debe ser, estoy convencida, que nuestro cerebro está dividido en múltiples compartimentos, en montones de cajoncitos donde clasificamos el movimiento mecánico del tecleo, el sonido estridente de una música lejana, la necesidad de comprar lo que falta en la nevera…y hay veces, cuando menos te lo esperas, que el desorden y la dejadez de la memoria hace que el recuerdo de ayer se desparrame y durante un momento de pánico, se desborde por la mente aquel segundo en que alguien consiguió soltar tu risa, a sabiendas, con un chascarrillo, con un chiste o con la simple estupefacción de su presencia.
Me consta que hay gente que ha tenido verdaderos problemas con el tema. Reírse, que es tan sano, puede dejarte muy mal si te pasa en un momento inoportuno y hay miles de anécdotas al respecto. A mí me pasó una vez en una entrevista de trabajo…y la cosa tiene su guasa. Me llamaron del INEM pero, típico en ese organismo, no me dieron ni una pista de quien me ofrecía el trabajo ni el puesto en cuestión. Yo, siguiendo el protocolo que nos sabemos de memoria los que andamos siempre con el curriculum a cuestas, enseguida me busqué la ropita adecuada (seria y a la vez elegante) que me hiciera quedar bien. Encontré en el fondo de armario una chaqueta magnífica de un color verde oscuro y para que me combinara me puse un pantalón de un beige tirando a marrón. Camisa del mismo beige…ya sabéis tonitos neutros para no destacar. Todo bien…sólo hubo un pequeño problema. Cuando llegué a la entrevista me enteré que el trabajo era para el Ministerio de Defensa, concretamente para el ejército de Tierra, así que tuve que asistir en directo a la cara de asombro absoluto de aquellos dos señores, un coronel y un subteniente que me vieron entrar con mi carpetita y vestida exactamente igual que ellos. Tengo que decir de corazón que lo difícil no fue la encuesta ni el examen, lo verdaderamente trágico del momento fue aguantar las ganas que tenía de reírme. Ah! eso sí, el trabajo lo conseguí.

16 comentarios:

geli dijo...

Doy fé de que te llegan los arrebatos en los momentos más inoportunos.
Sobre todo, recuerdo las noches tan moviditas que teníamos en casa, cuando los dos pequeños se gritaban en sueño, continuando la pelea que habían tenido durante el día, y entre gritos se te escuchaba a ti, que todas las noches te las pasabas riéndote en sueños. Yo, que era la mas "prudentilla", al menos de noche,
porque de día si que he sufrido de ataques de risa incontrolables en muchas ocasiones, si me despertaba por casualidad, siempre pensaba.... ¡Que chiste le habrán contado hoy a ésta, que lleva media noche riéndose!..

Mónica dijo...

Ahora caigo, ya sé por qué no he pasado ninguna de las entrevistas para trabajar como animadora sociocultural. ¡¡No iba disfrazada de payasooo!!!!! Jajaja, es broma ¿eh? El único trabajo en condiciones que he tenido fue con un contrato de esto mismo. .... pero no recuerdo qué llevaba puesto cuando me entrevistaron. .....Aunque alguna que otra sonrisilla sí que se les escapó. En fin, y ahora en serio (o no), hay un truco para estos malos ratos que ya te he explicado alguna vez, y que me contó mi hija Paola : poner la mente "en blanco y negro". No sé si te valdrá. Besitos.

Mónica otra vez dijo...

Por cierto, como dice tu hermana (la -ejem- más prudentilla????), deseando estoy escuchar la anécdota, o chiste , o a saber qué cosa te produjo la risa "tonta" que decimos por aquí.

Anónimo dijo...

Nunca he probado poner la mente en blanco y negro, debe parecer que estas en una película antigua y a lo mejor es peor el remedio que la enfermedad, la peor idea es ponerte a toser para disimular, se nota mucho el tema.

Anónimo dijo...

La risa para mí, es una de las cosa mas bonitas que tenemos en la vida, te dice del estado de animo de las personas,yo cuando me encuentro en la cama, relajado y me acuerdo de alguna travesura de mi larga vida no lo puedo remediar,incluso con el recuerdo de algun momento de mi entorno,me tengo que reir, y resulta que entoces duermo como un bendito.

Mamen O. dijo...

Veo que se anima el espacio pero leo pocas anécdotas y por aquí hay gente que trabaja de cara al público y esas sí que son buenas. Tener que poner cara de poker y escuchar algunas cosas...je, je

Chari dijo...

Yo he trabajado cara al público muchos años, y es toda una hazaña poner cara de profesional mientras te dicen: chochete(aunque parezca increíble esa era una palabra cotidiana en el pueblo en el que yo trabajaba)¿cómo está ahora el olivo(euribor) va pa arriba o pa abajo?
Como esta os podría contar un montón de anécdotas.

Chari dijo...

Un día entró un nuevo cliente y se vino hacia mi y me dice: "zeñodita, zeñodita, zoy Jezuz Pérez, zedía uzted tan amable de atendedme? (a ver quién es el guapo que mantiene el tipo)Estuvo allí una eternidad, por supuesto, mientras yo aguantando los mensajes en el ordenador, que me enviaban todos los compañeros, que se habían enterado de todo, ya que, el hombre hablaba para el mundo. Cuando por fin se levantó para irse me dice: muchaz gracias zeñodita Chadi ez uzted eztupenda, voy a ezcribid un adtículo en el pediódico, explicando lo madavilloza que ez uzted. Yo pensé, que escriba lo que quiera pero, que no vaya a El Diario de Patricia, por favor.

Anónimo dijo...

Se puede decir que yo tambien trabajo cara al público, es como el Corte Ingles pero para militares. Un día vinieron 5 chicas a recoger faldas azules para un acto que se celebraba en su barco, a eso que llega un alto mando, yo viendo que lo de las chavalas iba para largo le pregunté al hombre que qué quería, el insistio que atendiera primero a las marineros y yo volví a insistir entonces me preguntó que si me decía el DNI yo podía mirarle si le correspondía ropa por cambio de destino, le dije que sí entonces no tuvo problemas en colarse. Me meto en el programa pero se me queda bloqueado con el DNI, entonces le pido que me diga sus apellidos, el tío se queda con cara de haba y vuelve a decirme que atienda a las muchachas que viendo el extraño comportamiento del misterioso personaje cada vez estaban mas atentas a la conversacion.Total que despues de muchas dudas dice " me llamo Francisco" yo evidentemente le digo "Francisco y qué más" él contesta "Francisco ...." "cómo dice Usted" "Francisco ...." las tías ya pegadas a él intentando como yo descifrar el apellido "¿me puede repetir el apellido?" a lo que él dice de un grito "Francisco FOLLAS, no te puedes confundir porque solo te va a aparecer uno", el mal trago que pasó el tío y encima no le correspondía nada y la carcajada general en cuanto salio por las puertas.

Mamen O. dijo...

Ja, ja, ja...

Chari dijo...

Que bueno Antuan me has quitado el protagonismo.
Si es por nombres, yo tenía un cliente que me dijo un día: hazle un ingreso a mi hijo en su cuenta, y le digo y como se llama, y me dice tú pon ahí Maiquel ya verás como sale, y le digo será Mikel ¿no? y dice, no hija no, es que a mi mujer le gustaba mucho Mikel Night y le puso el mismo nombre pero en español.

Mamen O. dijo...

Chari, has abierto la caja de Pandora porque el tema de los nombres da para una entradita...ya pensaré algo.

Kike dijo...

Cuando era chico,se acostumbraba ir a todos los velatorios (no faltar a ninguno) y nos encontrábamos con vecinos y parientes, yo tenía una Tía (Lucía) que en una ocasión no conocíamos al fulano que estaba en el cajón y nos miramos encogiendono de hombros y eso nos tentó de risa.
Imposible de soltar carcajadas, de los ojos nos llovian lágrimas ( de risas) y la gente se pensaba que sufríamos por el difunto hasta que nos pudimos ir.
Despues de eso cuando nos encontrábamos en otros velatorios era cuestión de mirarnos y comenzaban a llover lágrimas, todo un papelón y una falta de respeto con los familiares dolientes, pero era algo fuera de nuestro control y sin mala intención, cuestión de mirarnos y listo.
Ahora cuando nos encontrábamos en otro lado todo normal, hasta podíamos comentar lo pasado sin reirnos.
Mientras lo escribo me da un poquito de vergüenza pero era así, hoy día ya no se va a los velorios, todo es mas rápido un par de horas y al cementerio, no nos daría tiempo para reirnos.
Que temita........muy bueno.
Un gran beso Mamen.
Gracias

Mamen O. dijo...

Fíjate la costumbre de llevar a los niños a los velatorios de desconocidos...Ahora, hay que ver cómo éramos los niños de antes, je, je...ahora hacemos eso y los niños se traumatizarían para el resto de su vida ¿no?
Gracias Kike por el aporte de anécdotas

Chari dijo...

Un día de los que se pagaban las pensiones y que yo estaba en la caja con una compañera, de repente empiezo a escuchar un piiiiiiiiiiii cada vez mas fuerte, claro en una oficina bancaria no puedes dejar un pito sonar, hay que averiguar cual de las maquinas está sonando y por qué, por si es una alarma. La cola llegaba a la puerta de la calle y el pito seguía sonando. Yo mirando todo y para que la gente viera que tenía que parar y buscar de donde venía el sonido, hablaba en alto con mi compañera y le decía: ¿tú oyes el pito? ¿de donde viene? y seguía buscando. Cuando lo di por imposible, atiendo a la señora que estaba esperando su pensión y, cuando se va, veo como el pito se va con ella. Era un sonotone que llevaba la mujer y le estaba pitando y no lo oía. Miré a mi compañera y no podíamos dejar de reir. Toda la mañana cada vez que nos mirábamos llorábamos de risa y la gente tenía un mosqueo con nosotros impresionante, pero era inevitable. No nos reíamos de la señora, la pobre sino de la situación.

Mamen O. dijo...

Lo peor de esas situaciones como dice Chari no es el momento, sino luego, cuando de pronto te acuerdas y no puedes parar de reirte.

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