Fueron cientos,
miles o tal vez millones los ciudadanos de a pie que salieron a celebrar en
Cibeles, en Las Ramblas o en la puerta de su casa que de nuevo nuestros chicos
han conseguido lo imposible.
Viéndolo en
televisión pensé que una celebración siempre hace bien. Yo creo sinceramente
que tener ilusión por las cosas nos hace tomar aire y renovar los pulmones, con
la certeza de que todo no puede ser malo y que no está mal que este país que se
hunde, levante de vez en cuando la mano para hacernos vibrar unidos alrededor
de una bandera.
Pero, claro, tuve
una extraña sensación. Miraba las imágenes y tenía la impresión de que había
algo que fallaba, un no sé qué que no iba bien; así que emulando esas películas del detective sagaz
que tanto me gustan, empecé a darle vueltas a la cabeza, preguntándome a mí
misma qué era lo que no cuadraba en la escena.
Intenté recordar otro momento vivido en el que la imagen fuera al
menos parecida, para analizar uno por uno los elementos como haría sin dudar el
amigo Grissom, ese hombre extraño que tanto ha dado al CSI.
Miraba y miraba, pero la inspiración no aparecía por ningún lado.
Invocaba a Sherlock Holmes, a la Sta. Marple e incluso al inspector Gadget para
entender qué había en aquel escenario que no era lo que debería ser.
De pronto, en uno de esos momentos flash a los que nos tiene
acostumbrados el doctor House, todo se hizo claridad y entendimiento. Corrí a
la mesa donde guardo las carpetas con imágenes de mis últimos casos de investigación
y enseguida me di cuenta.
Aquella situación era igual al 15-M: la misma cantidad de gente, las pancartas, las
consignas coreadas… Pero claro, había algo diferente que había llamado mi atención
de lectora ávida de novelas de Agatha Christie: esta vez me sobraban heridos (han sido 114) y
mobiliario urbano destrozado; y en cambio, ahí está la clave, me faltaban detenidos
(sólo ha habido uno), antidisturbios agresivos y un programa especial de
Intereconomía que llamara perroflautas, guarros y antisistemas a todo el que
estaba en la calle liándola parda.
Me fui cabizbaja hacia el cajón donde guardo las pruebas de los
casos no resueltos y deposité mi futuro en un cajón pensando: es que no tiene
comparación posible. El 11 M no es más que una reivindicación social y esto, esto es
la EUROCOPA.
Aquí estoy, preparando mi botella de champan para la fiesta de
hoy.
8 comentarios:
Hola mi pocholon... Es curioso ayer después de este gran premio entre un ratin a Facebook y por Dios vi de todo... Y me asuste ... La gente criticando toda esta movida y hablando de la crisis, del incendio de Valencia , del parí y es verdad a mi parecer que esas sustanciosas primas que se llevan lis jugadores es una pasada... Pero es lo que hay... Y por mucho que nos quejemos no va a cambiar nada... En fin cada cosa cuando es... Anoche tocaba celebración y ya... Muackkkk amollllllll
Pues es cierto, en España solo puedes reunirte a celebrar el futbol o si perteneces a un grupo cristiano que espera al Papa o que se manifiesta en contra del matrimonio gay o en contra del aborto. Si quieres reivindicar tus derechos, aunque sea de forma cívica y pacífica, te encuentras con un muro de fortudos que a la más mínima te van a soltar una manta de palos con el único fin de crear miedo. No tenemos ni derecho al pataleo, así es nuestra España. Que conste que me parece estupendo que ayer y hoy hayamos podido evadirnos por un ratito de la realidad, pero me parece mucho más importante la reflexión que nos das hoy, que las ganas de "juerga".
Un beso para todas las personas que han tenido de dejar sus casas por culpa del incendio en la Comunidad de Valencia, espero que hoy se pueda acabar con el fuego.
Que conste que yo no estoy en contra de que se celebre la victoria de la selección. Como decía en la entrada, de vez en cuando viene bien dejar un rato descansar la mente de tanta crisis y tanto problema. Lo que me parece indignante es que se le de un trato diferente a esto que a una manifestación por los derechos. En la última manifestación, se permitió hasta las 12 de la noche, a partir de ahí estaba prohibida. ¿Ahora no tienen nada que decir todas las voces airadas de los que no podían llegar hasta Sol a hacer sus compras?
Yo también vi el partido emocionado y deseando que ganara España, pero una vez finalizado el encuentro y entregada la copa, lo demás no me interesa, no lo veo en la tele ni escucho en la radio.
A mí también me duele que expulsen a los indignados de Puerta del Sol alegando que una vía pública no se puede ocupar y para fiestas deportivas o recibimientos al Papa ya no sea delito. También me apena ver tal multitud en la calle, la mayoría con problemas para llegar a fin de mes o víctimas de recortes salariales y derechos conseguido tras muchos años de lucha, y que en cambio pasan de todo a la hora de manifestarse y reclamar sus derechos.
Lo verdaderamente increíble es que la gente acepte sin protestar que cobren esas primas millonarias (que nadie conseguirá en la vida trabajando), mientras que millones de familias españolas sobreviven con 400 euros. Ayer lo comentaba yo en el bar y uno que lleva años en el paro con la ayuda y las chapuzas me respondió:"Usted lo que tiene es mucha envidia, que si pudiera cobrarla la cobraría. Esos jugadores se merecen todo lo que les den que para eso se lo han currao."
¿Y los demás no curran 12 horas por 1200 euros? Y no les dan prime porque les pagan para trabajar. La Roja cobra por jugar a ganar y encima, si ganan les pagan 300 000 euros. ¡Vaya tela! Con lo que está cayendo.
Ya me gustaría a mí ver a este infeliz dentro de veinte años cuando llegue a viejo y no tenga pensión ni futuro sus hijos. Un beso, Mamen
Desde luego Juan, el fenómeno del fútbol es algo digno de estudio. Yo creo que la publicidad tiene un poder que me da miedo. Se convierte en héroes a las personas por ser buenos en ese oficio y en cambio, aunque esto sea demagogia, convierten en un peñazo, por ejemplo, la entrega de los premios Príncipe de Asturias donde además del deporte también se premian otros valores y otros logros en investigación, medicina, etc. Así es la vida.
Estupenda reflexión Mamen. Cómo bien dices, es verdad que de vez en cuando viene bien un poco de evasión pero es totalmente injusto cómo se trata un tema según convenga al poder o no. Lo que ya no comprendo, y me deja con dos palmos de narices, es el ejemplo que pone Juan del parado. Increíble. Éste país se ha vuelto totalmente conformista. Seguro que ese hombre es uno de los que se cabrean por las protestas del 15M.
Así es, Manolo: Nunca he visto a ese hombre en ninguna de las manifestaciones convocadas por Democracia Ya o los indignados del 15 M,ni aese ni a muchos que conozco que viven en el paro permanente. En las tres manifestaciones que he ido la mayoría eran estudiantes o titulados que no encontraban un puesto de trabajo y jubilados que los apoyaban. Muchos parados nos miraban en las aceras y se reían. Sin embargo por el fútbol sí que se mueven.
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