Bienvenidos seáis a la rutina.
Se acabaron los buenos deseos, se terminó el dulzón sabor del chocolate de las meriendas familiares y el azúcar del postre de las comidas de la amistad. Es lo que hay.
Enero ha venido para quedarse, al menos de momento. Hemos visto bajar por la cuesta la espalda del rey Baltasar y hemos devuelto al altillo, perfectamente ordenados, los adornos de estrellas brillantes y las luces de la ilusión.
Para unos, la vuelta al cole, para otros, el regreso al vacío; para casi todos, la terrorífica sensación de que nada ha cambiado después de las campanadas, la total y absoluta convicción de que hay que empezar a afilar los cuchillos porque la vida no concede tregua.
Yo, exactamente igual que hace un mes, sigo celebrando la sensación de estar, el enorme privilegio de sentir que mi gente, mis amigos y esta que os "habla", nos despertamos, esta mañana, una vez más.
3 comentarios:
Generalmente se habla mal de la rutina ¿por qué?, si hay rutinas buenas, que vale la pema seguir. ¡Qué pesada se haría una rutina que solo consistiera en fiestas y ajetreos, en cambio una rutina plácida puede ser algo agradable de vivir, tan solo es necesario que, de vez en cuando, le apliquemos algunos puntuales cambios, que la hagan diferente y divertida antes de que regrese de nuevo a su curso natural.
Hola Mamen, pues sí, volvemos a la rutina y confieso que a pesar de haber pasado unas buenas vacaciones de Navidad, quería que llegara este momento, volver a mi rutina , y así como dice Jenofonte, poder apreciar y disfrutar más de los momentos especiales que se escapan de la rutina y nos la hacen más llevadera.
Un beso Mamen.
Estoy completamente de acuerdo con los dos. Hay personas a las que la rutina las mata y otras, en cambio, que no pueden vivir sin ella.
Un beso a los dos. Y gracias por la fidelidad.
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